Los pianos y las guitarras son probablemente los instrumentos más populares. Por su versatilidad, los podemos encontrar en canciones de diferentes géneros, realizando diferentes ritmos y tipos de acordes en función del objetivo de la canción.
No obstante, como productor musical quizá no sepas tocar alguno (o ninguno) de estos instrumentos, por lo que deberás tener en cuenta una serie de aspectos para simularlos correctamente.
En este post vamos a tratar como producir pianos y guitarras realistas y que mejoren enormemente tu canción.
Usa plugins de calidad
Es muy importante elegir buenos plugins que nos permitan recrear el sonido de estos instrumentos. En el caso de las guitarras podríamos elegir Ample Guitar M Lite (gratuito) que cuenta con una gran cantidad de muestras sampleadas y diferentes efectos de modulación.
En el caso de los pianos, nuestra recomendación es utilizar alguna librería de Kontakt, como puede ser The Giant. Es una emulación de un piano acústico, con un sonido muy realista y que permite manipular parámetros la dinámica o el reverb, para así poder ajustarlo al estilo de nuestra canción.
Modifica tu midi: Hazlo imperfecto
Si alguna vez has escuchado algún concierto en directo te habrás dado cuenta de que en ocasiones los instrumentistas cometen pequeñas imperfecciones: Quizá el guitarrista toque algún acorde más rasgado, o el pianista toque alguna nota ligeramente más tarde de lo que debería…
Estas pequeñas imperfecciones son naturales en la música y por tanto debemos intentar recrearlas en nuestra producción. Para ello, prueba a jugar con las notas en el piano roll, atrasando o adelantando algunas o modificando el velocity de las mismas, consiguiendo así variaciones en la dinámica que añadirán mucha naturalidad en tus instrumentos.
Aumenta el ritmo
No es necesario que cada acorde dure un compás, así que es posible realizar variaciones que aumenten el ritmo. También puedes aumentar la intensidad de una guitarra o piano añadiendo una o dos notas extra que mejoren la transición entre acordes.
Finalmente, también puedes arpegiar los acordes o añadir una contra melodía que incremente el ritmo y añada sensibilidad a tu canción.