Terminar una canción es probablemente una de las fases más complicadas de una producción musical. Esto se debe a la dificultad de quedar totalmente satisfecho con el resultado final, lo que te mantiene haciendo nuevos ajustes cada vez que escuchas de nuevo tu tema.
Además, es muy normal que los productores musicales hagamos varias versiones del master de una canción; que las comparemos y/o que las enviemos a otros productores para que nos den su opinión y así poder elegir la mejor. Quizá alguna de estas versiones (casi finales) tenga más graves, otra tenga una mayor compresión general, o un mayor brillo…
No obstante, a la hora de masterizar cualquier canción vamos a utilizar una serie de plugins específicos para trabajarla correctamente. En este post vamos a estudiar cómo crear una buena cadena de mastering para música electrónica.
Empieza con un ecualizador para eliminar frecuencias que no necesites
El primer plugin que debemos colocar en nuestra cadena de mastering es un ecualizador para eliminar ciertas frecuencias que no vamos a necesitar. Nuestra recomendación es que pongas un filtro de paso alto a partir de los 20-30 hercios (sin eliminar los graves del bombo) y otro filtro de paso bajo sobre los 19k-20k hrz. De esta manera eliminamos frecuencias que el oído humano no puede escuchar, a la vez que aumentamos el headroom, lo que nos permitirá trabajar con una mayor dinámica.
Utiliza un compresor para aumentar la cohesión
Aplica un compresor para conseguir una mayor cohesión entre todos los elementos de la canción. Lo ideal es utilizar una compresión suave, de 2-3 decibelios como máximo, lo que nos permitirá atenuar los picos y reducir la dinámica. Aunque existen diferentes tipos de compresores para realizar esta función, son muy recomendables los de tipo Variable Mu o los VCA por el gran control que ofrecen al utilizarlos en grupos de instrumentos.
Trabaja los estéreos con cuidado
Debemos poner las frecuencias graves en mono, puesto que estas ocupan una gran cantidad de espacio por su gran cantidad de energía. Para ello podemos utilizar el EQ Eight de Ableton y con la configuración mid/side pondremos en mono toda la información frecuencial que esté por debajo de las 120-150 hercios. También podemos aumentar ligeramente los estéreos de las frecuencias medias y agudas si creemos que nos falta amplitud en esas frecuencias.
Termina con un limitador para ganar volumen
Si estamos satisfechos con los pasos anteriores el siguiente paso será aplicar un limitador. Los limitadores son procesadores de audio que aplican una compresión con una configuración de ratio infinito (inf:1), lo que impide que pase ningún sonido por encima del umbral que seleccionemos.
Con un limitador conseguiremos una ganancia de volumen homogénea para toda la canción además de aumentar drásticamente la cohesión de todas las pistas de nuestro tema.
En definitiva, la fase de mastering es un proceso complejo en el debemos realizar pequeños ajustes en función de las necesidades de nuestro tema. Con la cadena de mastering básica que proponemos en este post podrás empezar a trabajar con precisión el master de cualquier canción.